Opinión

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viernes, 14 de diciembre de 2012

Felices Fiestas

Feliz Navidad desde "Tu Rincón para leer"

Os deseo que disfrutéis de estas fiestas en compañía de vuestros familiares y amigos.
    
     En tiempo de crisis como en los que nos encontramos, anhelo que estas fechas nos sirvan para unirnos más e intentar salir adelante. Ojalá que por unos días podamos olvidarnos de los problemas que nos rodean, así como de las discusiones absurdas que a veces tenemos. Que esta Navidad entre turrones y villancicos nos hagan a todos por unos instantes felices de verdad. 
     
     Cuando ya las luces navideñas adornan nuestras calles y el belén junto al árbol se encuentran en nuestras casas, quiero dedicar también estas líneas a los familiares que por desgracia ya no están entre nosotros, pero que nunca morirán mientras perduren en nuestros recuerdos. 

    Nos ha tocado vivir una época dura, y sólo basta con salir a la calle para ver a tantas personas que lo están pasando mal, y lo último que estarán pensando es en la Navidad. Pero yo prefiero ser positivo, por condición o porque no queda otro remedio, no venirme abajo e intentar ilusionarme al igual que lo hacen los niños con su globo tras visitar un belén o en las vísperas de los regalos de los Reyes Magos o de Papá Noel. 

     Por todo ello, sed felices y que ni las circunstancias ni nadie os pueda arrebatar la ilusión.

     Un abrazo y Felices Fiestas a todos los seguidores y lectores de este blog.

     Manuel M.



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martes, 4 de diciembre de 2012

Una Navidad en mangas cortas

     Llega el mes de Diciembre y con él las temperaturas gélidas del frío invierno, un ambiente que recrea nuestras fiestas navideñas cada año. Frío, nieve y lluvia nos acompañan cada día, mientras la ropa de abrigo se convierte en algo cotidiano. En estos momentos en los que escribo con el brasero a mis pies se me ocurre echar una mirada al otro hemisferio de nuestro planeta. No he tenido la suerte de conocer ningún país de Hemisferio Sur, no obstante siempre he pensado cómo sería una Navidad en mangas cortas. 

     Como mucho conoceréis, los dos solsticios señalan los momentos de mayor acercamiento y mayor lejanía respecto al Sol. Así a diferencia de nuestro Hemisferio Norte, en el Hemisferio Sur entre el 21 y 24 de Diciembre es el momento de mayor acercamiento (Solsticio de Verano), por lo que viven una Navidad muy distinta a la nuestra. 

     Es difícil para un europeo, y español en particular, pensar en unas fiestas navideñas en la calle, dado a que el frío invernal invita a quedarse en cada celebrándolo con la familia o a lo sumo en locales con la calefacción por las nubes. Cierro mis ojos e intento imaginar, pero me cuesta trabajo visualizar  una Navidad en la playa como ocurre con en países como Brasil o Australia.

      La opción más cercana para celebrar esta festividad escapando de esta álgida estación son las Islas Canarias, con temperaturas suaves y primaverales todo el año. Desde luego una opción más económica, aunque no tan exótica como serían las Playas de Río de Janeiro o Argentina. 

     A pesar de la diferencia climatológica, en muchos lugares del Hemisferio Sur siguen las mismas costumbres navideñas de los países de nuestro Hemisferio. Resulta muy curioso pensar como en el inicio del verano se adornan árboles con nieve artificial y se llevan a cabo las tradiciones europeas. O incluso en lugares como África donde el cristianismo no está tan extendido la acción de los misioneros ha ayudado a inculcar el espíritu navideño.

     A falta de 21 días para la llegada de la Navidad, cuando en muchos centros comerciales suenan de fondo los villancicos y empezamos ya con los preparativos, llama sobremanera la atención imaginar una Navidad en la que se cambien los turrones y mantecados por helados mientras paseas junto a la orilla del mar, o en lugar de bufandas y jerseys de cuello vuelto ponernos un bañador. 


     Sin embargo hay algo que tenemos en común con prácticamente la totalidad de los países donde se celebra la Navidad y es representar el Nacimiento de Jesús mediante las figuras de un Belén, aunque con las peculiaridades típicas de cada lugar como en África donde las figuras son talladas en madera de Ébano, reservándose el marfil para el Niño Jesús, o el caso de Sudamérica donde tienen un gran diseño y colorido. Mientras que en España, qué sería una estampa navideña sin un niño con su globo tras visitar un Belén. A pesar de ello el dato exótico llega en territorio español, aunque fuera del ámbito peninsular como es el Belén de Arena que se realiza en la playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria. 


     Se nos avecina ya estas fechas de felicidad y de vivirse en familia, aunque también de tantos recuerdos de las personas que ya no están con nosotros pero que siguen tan presentes.


     Un cordial saludo, Manuel M.


     

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Muchas gracias a los seguidores y lectores de este blog

     Desde este blog con pocas semanas de vida, me gustaría daros las gracias a todos los seguidores y lectores que formáis parte de él. Me gustaría que si tenéis algún minuto, escribierais comentarios sobre lo que os están pareciendo las entradas, cuál os ha gustado más o simplemente a la reflexión que os llevan las mismas.
    
      Desde hoy hay una novedad al final de las entradas, y es la posibilidad de calificar el post como "me gusta", "regular" o "no me interesa". Cuando uno decide hacer esta iniciativa de escribir en un blog, lo hace para publicar aquellos aspectos que le interesen o le gusten más, pero también es grato conocer vuestros intereses, vuestras inquietudes y también serán bienvenidos vuestros consejos. 

     Tengo que decir además que me ha sorprendido positivamente la cantidad de personas que a través de las Redes fomentáis la lectura, y hacéis un gran trabajo con vuestros blogs. A todos vosotros ¡felicidades!.

      Un cordial saludo, Manuel M.


martes, 27 de noviembre de 2012

Profecía Maya, ¿fin del mundo?

     Nos encontramos a menos de un mes para la fecha prevista por la civilización Maya como el final de uno de sus calendarios, concretamente el de Cuenta Larga que finalizará el 21 de Diciembre o 23 para otras fuentes. El fin de este ciclo es el que ha dado lugar a la interpretación de la Profecía, que ha ido desde tintes apocalípticos hasta cambios menos severos que podrían ocurrir en nuestro planeta. Esta civilización prehispánica que habitó en América Central hablaba de mundos como grandes cambios que se habían producido en la Tierra, pronosticando el final del Cuarto Mundo en esta fecha de 21 de Diciembre de 2012.
     
      El problema de todo esto es la interpretación de las fuentes mayas desde la óptica occidental con influencia Judeocristiana y del Juicio Final. Esto ha alimentado los más diversos comentarios por parte de personas supersticiosas como por ejemplo el choque con otro planeta o con un gigantesco asteroide  llamaradas solares que afecten a nuestro planeta, o incluso una inversión de los polos magnéticos de la Tierra, que afectarían a los aparatos electrónicos y desorientarían a las aves migratorias. Sin embargo, numerosos especialistas en diversas disciplinas nos tranquilizan ante estos pronósticos tan agoreros. 
    
      Además como bien afirman científicos del CSIF, este calendario maya de pronóstico para el futuro fue realizado sobre lo que estaban viviendo en ese momento del pasado. Además podríamos encontrarnos quizás ante una situación similar a la que ocurrida en el año 2000 donde desde la astrología se trasladó el miedo al fin del mundo o si miramos mucho más atrás, al Terror Milenario que en la Edad Media Cristiana se tenía en el año 1000 en base al Apocalípsis de San Juan.

    Por tanto después de todas las fuentes consultadas sólo podemos sacar una cosa en claro y es que los calendarios mayas no anuncian el fin del mundo para el 21 de Diciembre de 2012, sino un cambio de ciclo astral e histórico, es decir el final del Cuarto Mundo y el comienzo del Quinto. No obstante, si atendemos a todo lo que se está diciendo podría ocurrir desde un cambio climático u otra catástrofe en el planeta a no ocurrir absolutamente nada más allá de un día previo a los preparativos navideños. 

     Desde mi punto de vista no hay nada que temer, creo firmemente la opinión de todos los científicos y especialistas que han estudiado este fenómeno. Sin embargo, me gustaría conocer tu opinión, ¿crees que el 21 de Diciembre de 2012 puede iniciar un cambio de ciclo? ¿Piensas que todo puede estar predestinado?. 

     Un cordial saludo, Manuel M.
     

     

sábado, 24 de noviembre de 2012

Chicos, ¿dónde está Hugo?

     Esta historia se enmarca en la serranía andaluza donde unos amigos habían planificado disfrutar de una barbacoa tras algunos años sin verse por motivos laborales. Por ello estaban ilusionados, tenían tantas cosas que contarse...sería un día especial. Era una mañana del mes de Enero, soleada pero fría, aunque las ganas de disfrutar de un día de campo con sus amigos superaba cualquier tipo de adversidad climatológica. Hugo, Aitor, Adrián e Iván querían reencontrarse y que mejor lugar que respirando el aire puro de la sierra.
     La escena fue muy emotiva para unos amigos que no se veían desde hacía años, pero que habían vivido muchas experiencias juntos. Habían sido compañeros de carrera, amigos que salían a divertirse e incluso confidentes de sus aventuras amorosas. Por eso el instante en el que aparcaron sus coches, risas y abrazos acompañaron el recuerdo de sus historias.
    Además de elegir aquel lugar por la belleza del paisaje lo hicieron también por una afición que compartían como era el senderismo. Disfrutaron de una buena comida acompañado de un buen pan de pueblo, que habían comprado en el camino, mientras preparaban todas las cosas que llevarían cuando subieran por esa montaña que veían al fondo. No quisieron perder mucho tiempo, pues de lo contrario la noche se les vendría encima, así que tras almorzar se pusieron en camino.
     Intentaron buscar un sendero que le facilitara el ascenso a la montaña, y en la medida de lo posible lo consiguieron aunque todavía estaba algo mojado y húmedo pues en los días anteriores había estado lloviendo. Poco a poco la luminosidad del media fue a menos, conforme avanzaban una bruma iba apareciendo. Además la dificultad iba a más, y a Iván y Adrián el cansancio le iba haciendo mella, por lo que decidieron descansar un rato mientras bebían una botella de agua y comían algunos frutos secos.  Mientras, Hugo al que le encantaba la fotografía iba con su cámara nueva captando imágenes de aquel precioso lugar.
     A medida que continuaban el camino se hacía más escarpado y resbaladizo, todos llevaban calzado de montaña, menos Iván que había olvidado echarlas en su equipaje. A pesar de todo, continuaron con celeridad, pues no querían perder tiempo para que no les cogiera la noche a su regreso. Suponía también un reto personal, aunque estos chicos parecía que no eran conscientes del peligro que esto podía conllevar. Sin embargo empezaron darse cuenta cuando Iván resbaló al pesar una piedra con verdina, aunque la rápida actuación de Aitor que se encontraba a su lado evitó un mal mayor. Sólo fueron rasguños que se hizo con los matorrales, aunque fue un serio aviso de los que le podía pasar. Además la bruma parecía ir a más, lo que inició una discusión sobre continuar o no.
     Adrián e Iván, éste último con el susto en el cuerpo, eran partidarios de volver, además afirmaban que la niebla cada vez más densa dificultaría el descenso. Hugo, todo lo contrario, era quizás el más aventurero de los cuatro y el que en mejor forma se encontraba, además tenía mucho interés por fotografiar la cima. El otro chico, Aitor, se encontraba indeciso. Al no ponerse de acuerdo, Hugo les pidió que le esperaran unos minutos que subiría algunos metros más para hacer un par de fotografías y ya volverían. Los demás aceptaron más a regañadientes que otra cosa.
     Transcurridos unos 15 minutos, no tenían noticias de Hugo, por lo que empezaron a preocuparse. Adrián sacó de la mochila su móvil e intentó llamarlo, pero se encontró con la sorpresa de que no había cobertura en aquel lugar. No sabían que hacer, observaban que la niebla cada vez era más densa y estaba empezando a oscurecer. Además hacía frío, y la presencia de buitres y otros animales de la sierra comenzaban a ser una realidad. Ante esa situación de incertidumbre y nerviosismo, Aitor decidió subir algunos metros para ver si lograba ver a su amigo Hugo, y aunque lo llamó en muchas ocasiones no obtuvo respuesta alguna. Así que volvió al lugar donde se encontraban Adrián e Iván. No les quedaba otra opción que bajar al pie de la montaña donde se encontraban sus vehículos y tratar de buscar ayuda.
     Sin embargo cuando quisieron emprender el camino de vuelta, la visibilidad era casi nula. No tenían ni la menor idea de dónde estaba el sendero por el que habían llegado allí. Cada vez hacía más frío, y no tenían muchas provisiones, pues habían cogido las justas para que no les pesara mucho la mochila en el ascenso. Estaban a oscuras, y la luna apenas iluminaba el lugar rodeada de un cerco de nubes. No sabían dónde estaba su amigo Hugo ni de como pedir ayuda.
      Cada paso que daban ponían más en peligro sus vida, hasta que Aitor recordó que su móvil tenía una aplicación que era una linterna. No es que alumbrara mucho pero si les servía de algo para intentar orientarse. Sin embargo, era imposible elegir un camino seguro que no acabara en un desprendimiento. Así que decidieron buscar un lugar dónde pasar la noche, tenían mucho miedo y además estaban muy tristes por su amigo Hugo, el cuál podía haber tenido un trágico desenlace.
     Con la noche cerrada, no avanzaban nada y prácticamente habían agotado todas sus provisiones. Pensaron por un momento en lo peor, hasta que de repente hicieron un gran hallazgo. Se trataba de una cueva, el lugar ideal donde pasar la noche. Entraron y casi exhaustos por el cansancio y el frío, se quedaron dormidos.
     El cantar de los pájaros y los primeros rayos del día se asomaban a la entrada de la cueva, lo que despertó a Iván, el cuál llamó a los demás, animándoles a continuar el camino. Cuando se predisponían a salir de la cueva, un gran ruido les sobresaltó. Se trataba del helicóptero de la Guardia Civil.
     - ¡Aquí, aquí...socorro...estamos aquí! - gritaron todos al unísono.
     Tras un rescate que no fue fácil, el helicóptero los trasladó al Hospital. Camino de éste se llevaron la segunda gran alegría de la mañana después de haber salvado sus vidas. Un agente les comentó que su amigo Hugo se encontraba con vida en el Hospital, sólo con hipotermia y deshidratación. Y que había sido él quien desde un punto de la montaña logró encontrar cobertura y de esa manera pudo avisarles.
     Una vez llegados a su destino, los amigos se reencontraron y se fundieron en un abrazo con lágrimas en los ojos pero con la felicidad de que todo había salido bien.

     "Chicos, ¿dónde está Hugo?" por Manuel M.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Frente a la crisis, una sonrisa


Crisis y preocupación asolan España,
miles de parados imploran un cambio,
pero las soluciones quedaron en campaña.

Consignas europeas nos empobrecen,
mientras el Euro todo lo encarece.
Españoles en la calle soluciones piden,
pero en vez de unión la política nos divide.

Pero no debemos caer en una depresión,
cada día es mejor levantarse con una ilusión,
e intentar todos remar en una misma dirección.

Nunca debemos perder la sonrisa,
aunque la crisis se acerque a nuestras vidas,
pues algún día la tempestad pasará,
y para entonces preparados debemos estar.

Desempleado cree y no te vengas abajo,
pues mañana puedes tener un cambio en forma de trabajo,
Sonríe y se feliz sin tanto pensar,
pues la sonrisa es algo que nadie te podrá arrebatar.

Con estos versos he tenido una intención,
animarte este momento de tanta tensión,
pues ante la desesperación sólo podemos,
creer que de la recuperación cerca estemos.


Frente a la crisis, una sonrisa por Manuel M.  

lunes, 19 de noviembre de 2012

Una ronda siniestra


La historia de hoy se sitúa en un Polígono Industrial a las afueras de la ciudad donde la crisis como en muchos otros lugares había hecho mella, abandonándose muchas de las naves que allí se encontraban. Sólo una empresa de productos eléctricos continuaba, pero sólo lo hacía de forma provisional como almacén hasta que pudiera conseguir un mejor emplazamiento para albergar esos valiosos productos. Sin embargo, a pesar de ello, no quisieron dedicar demasiado presupuesto a la seguridad del lugar, no más que la contratación de un vigilante para cada turno. Y justamente ahí es dónde entra en escena el protagonista de esta historia, de nombre Jorge, el cual después de varios años desempleado veía con optimismo una nueva oportunidad como vigilante de seguridad en el turno de noche.
No le habían contado mucho del sitio donde iba a trabajar, aunque recordaba que hacía algunos años había escuchado el nombre de ese Polígono Industrial como un lugar muy próspero, pero que ahora la crisis se había cebado con él. Tras firmar su contrato, en la sede de la empresa, le desearon suerte y ánimos, asegurándole que si todo iba bien contarían muchos años con él. Sin embargo, se guardaron un pequeño secreto y es que en los últimos meses cada semana habían tenido que cambiar de vigilante, ninguno había conseguido prolongar sus rondas más allá de un par de noches. Lo que allí ocurría era desconocido para la empresa, pues ninguno de los vigilantes, algunos con una dilatada experiencia profesional había dicho ni una sola palabra referida a lo que ocurría. Sea por la razón que fuera, lo cierto es que en todo aquel Polígono la actividad laboral había cesado de manera repentina, todo ello justificado desde la quiebra por la crisis económica, pero que en el fondo no dejaba de ser una forma de maquillar la situación de cara a la opinión pública.
Jorge estaba feliz, sin embargo no dejaba de tener ese “pellizquillo” que todos tenemos el primer día de trabajo. Después de almorzar, intentó dormir la siesta para poder estar descansado de cara al primer turno de noche al que tendría que enfrentarse. No dejaba de pensar e intentaba imaginar como sería aquel lugar y para ello cerró sus ojos. Tenía una sensación rara, pero todo lo podía superar con la ilusión de un nuevo trabajo. Finalmente logró descansar varias horas, se levantó de su cama y se dirigió al armario para preparar lo necesario para su trabajo. Se preparó, y respirando hondo bajó al garaje en busca de su coche. Incluso, salió antes de lo que tenía previsto, pues le gustaba ser puntual.
Tras unos 40 minutos de camino llegó al Polígono que estaba prácticamente a oscuras, y con la puerta que permitía el acceso a los coches a medio abrir. De repente observó desde la lejanía dos faros de un coche que llegaba a toda velocidad, parecía por como iba vestido, su compañero del otro turno, y aunque le hizo señales no detuvo su vehículo. Jorge se quedó un poco sorprendido y no sabía si había ocurrido algo, o simplemente aquel tipo era un maleducado. Así que un poco confundido se dirigió al final de aquella calle donde ya podía ver su lugar de trabajo iluminado si acaso con un par de luces en la entrada principal.
La primera impresión que tuvo es de abandono, el lugar estaba sucio y en uno de los laterales de la nave había unas vallas de una obra que habían iniciado no se sabe hace cuanto tiempo, quedando una parte abierta a la calle con esta simple protección. Eso le dejaba un poco inquieto, pues nadie le había dicho nada. Encendió las luces interiores para inspeccionar aquel lugar para él desconocido. Observó maquinaria, talleres, y numerosas puertas que tendría que abrir y ver lo que había, en parte por su labor profesional, pero también por curiosidad. Siguió adelante y cuando quiso entrar en aquella habitación, se oyó un fuerte estruendo y la luz se apagó.
Corrió por los pasillos hacia donde se encontraba el cuadro general de las luces intentado dar respuesta a lo que estaba sucediendo, con su arma reglamentaria en mano, pero allí no había nadie. Intentó volver a encender los focos sin embargo nada hacía contacto y no consiguió su objetivo. No estaba tranquilo, todo el polígono había quedado a oscuras y con un posible ladrón merodeando por los alrededores. Cogió su linterna y continuó de forma sigilosa hacia las puertas que antes había dejado sin inspeccionar.
Abrió una puerta que accedía a los servicios, había unas duchas, donde daba la sensación de que tras la última jornada laboral todo había quedado desordenado. Parece como si allí hubiera ocurrido algo y hubieran tenido que abandonar aquel lugar con celeridad. Empezó a escuchar ruidos, por lo que cogió su emisora para dar aviso a la policía, pero ni ésta ni su móvil personal funcionaba, algo estaba inhibiendo la frecuencia. En ese momento empezó a sentir algo de miedo. De repente las duchas se abrieron y se escuchaban portazos. No sabía lo que allí pasaba, pero ese temor inicial se tornó en pánico cuando de esas duchas salieron unas botas que se le acercaban, mientras llantos y risas terroríficas se perdían en aquella sala. Sacó su arma y disparó hacia lo que portara esas botas verdes, pero no consiguió nada más que las risas aumentaran.
Salió de aquella habitación e intentó buscar refugio en otro lugar, para ello corrió hacia la nave central donde estaba toda la maquinaria. A pesar de no haber electricidad, todo se conectó y una atmósfera fría con una tremenda humareda se apoderó de aquel lugar, un humo denso que le dificultaba mucho la respiración, casi arrastrándose y con un pañuelo tapándose la boca y la nariz llegó a unas oficinas. Allí dentro había un teléfono y en ese momento sonó. Vio en ese ring una salvación a su vida, nada más lejos de la realidad.
-          ¡Socorro, ayúdenme! – susurraba Jorge para que no dieran con él.
-          No saldrás con vida de aquí – le respondió una voz como de ultratumba-.
Aterrado, y con la poca luz que entraba por una ventana con unas fuertes rejas procedente de la luna llena que hacía aquella noche, se dirigió hacia unos papeles que se encontraban sobre el escritorio de aquel lugar. Le habían llamado la atención.  Con su linterna pudo comprobar que se trataba de un periódico en el que aparecía una noticia que le dejó atónito, se hacía mención al descubrimiento de un antiguo cementerio que había salido a la luz al iniciarse las obras que Jorge apreció a su llegada.
Después de eso su objetivo fue salvar la vida, pero algo empezó a golpearlo sin cesar, una mezcla de escalofríos y dolor se le extendían por todo el cuerpo. Por lo que intentó salir de aquella oficina, pero lo empujaron contra la pared causándole heridas. Con sus últimas fuerzas pudo llegar hasta la puerta, pero estaba cerrada. Parecía que no había escapatoria, sin embargo, encontró un hacha junto a un extintor, con la que tras golpear con su último aliento consiguió derribar.
Con intuición y algo de suerte consiguió llegar al coche, y tras varios intentos pudo arrancarlo, por lo que parecía que podría escapar de allí. Una vez abandonado el Polígono y camino de la ciudad en busca de ayuda, algo le tapó los ojos forcejeando con él, hasta que en una fatídica curva el vehículo cayó por un precipicio, sin dejar el menor rastro del vigilante.
Después de su desaparición, la empresa no quiso saber más de aquel lugar y la policía lo precintó. Tras años de investigación no se logró esclarecer nada del paradero de Jorge.

Una ronda siniestra, por Manuel M.


martes, 13 de noviembre de 2012

Martes 13: ¿un día diferente?

     Hoy es Martes 12+1 dirán todas aquellas personas que sólo con nombrar esta cifra sienten miedo o inseguridad. Pero si ya de por sí el supersticioso trata de eludir esta cifra, el temor es mayor cuando se da la coincidencia en un día como hoy, Martes y 13. 
     
     El refranero popular ha trasladado hasta nuestros días en España distintos refranes relacionados con este día, siendo el más significativo "martes , ni te cases ni te embarques". Pero...¿de dónde proviene toda esta superstición relacionada con este día?. Distintas fuentes lo sitúan en el dios romano de la guerra Marte, y a su vez lo relacionamos con muerte y destrucción. A todo ello le sumamos toda una carga negativa que supone el número 13 por distintas razones. Entre ellas podemos citar la traición de Judas en la Última Cena de Jesucristo donde eran 13 comensales, o el capítulo 13 del Apocalipsis donde habla de la venida del Anticristo y de la Bestia. Toda una combinación que puede atemorizar tanto al supersticioso que lo haga este día no salir de casa o utilizar cualquier tipo de amuleto que los aleje de un posible mal.

     Sin embargo, la superstición de la mano de este día no es igual en todo el mundo, ya que en otros lugares como en la cultura anglosajona su temido día de mala suerte se produce en Viernes 13, hasta el punto que llega a los cines, o bien en Italia con el Viernes 17 quizás por la fecha en la que Cristo fue crucificado u otras tragedias bíblicas. Pero lo cierto es que al igual que en España ningún evento importante debe ser llevado a cabo tales como bodas o viajes. 

     Lo cierto es que por superstición o por creencia popular, muchas personas tratan de eludir la mala suerte que les puede proporcionar este fatídico día 13, que incluso en el Tarot significa la muerte. Para ello emplean distintos amuletos, eligen colores que presuntamente dan suerte como el azul, velas de color blanco o duermen con la persiana levantada para que entre la luz y con ella la suerte. Además huyen por supuesto de acciones como pasar por debajo de una escalera, cruzarse con un gato negro o romper un espejo. Incluso en algunos casos puede convertirse en una auténtica enfermedad.

    En mi opinión, lo primero es que la suerte hay que buscarla, lo mejor es confiar en uno mismo y en las posibilidades de cada uno, con ello tendremos mucho ganado. Además para tener mala suerte no hace falta que sea concretamente este día, Martes 13 o Viernes 13, y en ocasiones son rachas que cuando el viento vuelva a soplar a tu favor se termina, pero nunca dejando de luchar por algo porque entonces la situación no cambiaría. 

     Me gustaría conocer vuestra opinión, ¿sois supersticiosos? ¿creéis que hoy Martes 13 es un día distinto? ¿Te comportas de una manera diferente? Animaos a escribir vuestros comentarios.

     Un cordial saludo, Manuel M.

     

lunes, 12 de noviembre de 2012

Una inyección de amor

     El relato de hoy nos traslada a un problema de la sociedad como es la dependencia de la droga, y más concretamente cómo esta adicción destroza a las familias que la padecen. Podemos pensar que en las drogas sólo caen aquellas personas que viven en barrios marginales, nada más lejos de la realidad. Y que  mejor ejemplo que la historia de Virginia, la cual no pudo superar la separación de sus padres y no supo elegir las mejores amistades. 
     Virginia empezó a probar las drogas con 17 años, para intentar superar las discusiones de sus padres, quería evadirse de un mundo en el que no se sentía bien, con unos padres más preocupados por los beneficios que obtenían sus empresas que en darse cuenta de lo que le estaba ocurriendo a su única hija. No encontraba la salida a esta situación, y cuando creyó encontrarla lo hizo por el peor camino. Lo que empezó como algo esporádico terminó en una verdadera adicción, y cuando sus padres se percataron del grave problema de Virginia, la chica ,ya mayor de edad, decidió irse sin rumbo conocido.
     Ella confiaba que "sus amigos" le darían cobijo, sin embargo esas amistades lo único que le hicieron fue mostrarle el camino de la delincuencia y de la mala vida, una forma fácil de ganarse el dinero, tan necesario para su adicción. Ella no era consiente en un primer momento de lo que estaba haciendo con su vida, y cuando quiso darse cuenta estaba demasiado enganchada, con la droga como única amiga. Esos "amigos" en los que confió le habían traicionado y quizás era ya demasiado tarde para volver a un hogar que se había desesctructurado tras la separación de sus padres.
   Virginia era un chica joven y guapa, y no dudó en utilizar todas las artes posibles que le proporcionaba su físico para conseguir el dinero para subsistir y obtener su dosis diaria. Delinquir se hizo una costumbre para ella, y la vida se le hizo cada vez más difícil, viviendo en una tienda de campaña junto a un descampado, donde tuvo la suerte de no contraer el VIH, a pesar de su mala vida. 
    Ella se daba cuanta cada día más de que estaba destruyendo su vida, pero no tenía fuerzas para salir y además no encontraba una motivación para hacerlo. Sin embargo un día conoció a una persona que cambió radicalmente su concepción de la vida. Se llamaba Miguel, un chico joven de profesión trabajador social. Este chico tenía por vocación ayudar a este colectivo de drogodependientes, pero cuando conoció a Virginia no fue un paciente más y desde el primer momento se cruzaron sus miradas. Miguel intentó tenderle una mano a Virginia para salir de las drogas, quería ayudar a esa chica que tanto le había llamado la atención. Lo que empezó como una visita de trabajo, terminó como algo personal. 
     Sus conversaciones fueron poco a poco dando frutos hasta el punto que Virginia ingresó en el centro de desintoxicación para el cual trabajaba Miguel. Cada día le hacía una visita y le animaba a salir definitivamente de esa lacra. Así, la actitud de Virginia estaba cambiando totalmente, ahora si luchaba con todas sus fuerzas pues tenía un gran aliciente en su vida. Poco a poco, y casi sin darse cuenta se estaban enamorando. Hasta el punto que una mañana Miguel le hizo una promesa que fue determinante para su recuperación, pues además de confesarle sus sentimientos, le dijo:
     - Estás luchando muy bien, y en la vida todo tiene su recompensa. Has tenido muy mala suerte, pero el destino nos ha cruzado en el camino, y todo va a cambiar. Me gustaría que cuando salieses de aquí te vinieras a vivir conmigo.
     Virginia le respondió con entusiasmo:
     - Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida, has logrado devolverme la ilusión por vivir...¡claro que me iré a vivir contigo amor mío!. 
     Transcurrido un tiempo la promesa se hizo realidad, y tras algunos años de convivencia, la felicidad se plasmó en el matrimonio y en dos niñas preciosas. Su vida había cambiado radicalmente, pero sentía  le debía algo a la sociedad. Por ello, quiso recuperar el tiempo perdido, estudiando la misma titulación que su marido. Quería ayudar, y lo consiguió en muchos casos, a otras chicas que se sintieran solas en la vida y que no encontraran otra solución que el mundo de las drogas. A todas ellas siempre les decía lo siguiente:
     " La solución a mis problemas no la tuve en la droga, todo lo contrarío, estaba destruyéndome. Lo único que me salvó fue el cariño de mi marido... eso es lo que debéis buscar, el afecto de la gente que os rodea, los que os quieren de verdad. La única inyección que puede salvaros, es una inyección de amor".

     Una inyección de amor, por Manuel M.
     

    
     

jueves, 8 de noviembre de 2012

Conductor: respeta la vida ajena

     Este artículo nace fruto de la visión de un conductor que cada día es testigo de numerosas imprudencias que se cometen al volante de un vehículo. En ocasiones por destreza o por suerte, se evita el accidente, pero en otras puede acabar de forma trágica. Ya sea por distracción, o por la ingesta de alcohol u otras sustancias, el infortunio a veces es inevitable, y no sólo tu vida está en tus manos, se dice que "el cementerio está lleno de personas que no tenían la culpa".
     
     Pensamos que eso sólo les ocurre a otros, pero nadie está libre de un accidente, y en la conducción como bien sabéis, todo ocurre en segundos, y la vida depende de una decisión. Tú eres el que decides: si bebes antes de conducir, si usas el cinturón de seguridad, si respetas los límites de velocidad, y hacerlo no sólo por ti, sino también por el resto de los conductores, que podrían ser tu familia.  

     Conducir no es sólo llevar un coche, es llevar vidas, es ser responsable de ellas para evitar que ocurran casos como aquella familia feliz que salió de viaje y que ya no volverá, o aquel chico que fue a trabajar en su moto y que no llegó porque un conductor alcoholizado no paró en el stop, Vamos a pararnos a reflexionar un minuto, porque todos tenemos prisa en la vida, pero no debemos olvidar lo que significa llevar un vehículo.

     Esto no es una campaña de la DGT, es la visión de un conductor que a pesar de llevar varios años ya de conducción todavía se lleva las manos a la cabeza viendo las imprudencias que se hacen cada día en nuestras carreteras. Simplemente es una llamada a no ser egoista, a mirar un momento ya no sólo por tu vida, sino también por las de los demás. 

     Parece que es algo típico de películas o de series de televisión, pero sólo hay que permanecer en urgencias de cualquier hospital para ver como cada día llegan muchos accidentados, algunos con secuelas para toda la vida que se arrepienten de la decisión que tomaron, así como otros que simplemente tuvieron la mala suerte de estar en ese lugar en un mal momento.

    Gracias por pararte unos minutos a leer esto, me gustaría que como yo, antes de poner en marcha tu vehículo, pienses en tu responsabilidad y tomes una decisión adecuada, todos lo aplaudiremos.

      Un cordial saludo, Manuel M.
     

lunes, 5 de noviembre de 2012

La premonición de Elena

     La historia de hoy trata sobre una chica, Elena, estudiante de 2º de Bachillerato, a la cual le encantaba salir con sus amigos pero a la vez era muy responsable con sus estudios, ya que necesitaba obtener una nota alta en selectividad para estudiar medicina. Vivía con sus padres en una casa de dos plantas y una azotea en la que tenía varios animales, entre ellos un pequeño perro al que toda la familia le tenía mucho cariño.
     Un fin de semana del mes de febrero, sus padres deciden que van a ir al pueblo de sus abuelos maternos, sin embargo Elena les pidió quedarse en casa, ya que el siguiente lunes tenía un examen de física y se lo quería preparar muy bien. Intentaron convencerla para que les acompañara, pero la chica declinó ir pues sus abuelos la entretendrían contándole un sinfín de historias. Así tras una pequeña discusión, la joven consiguió su propósito y se quedó en casa en compañía de su Teddy su pequeño perro, de raza Yorkshire Terrier.
     La tarde fue muy tranquila entre libros y con un suave hilo musical de fondo, ella se sentía bien, tenía la sensación de que el examen le saldría perfecto y no le importaba para nada que ese "finde" no pudiera salir con sus amigos. Al llegar la noche tomó una cena ligera, y tras ver su serie favorita se fue a la cama, pensando que el día siguiente sería también duro, era muy exigente y todavía quedaba mucho por estudiar. Cerró los ojos e intentó desconectar de tantas cifras y fórmulas... estaba algo cansada, por lo que pronto se quedó dormida. Y junto a ella, el pequeño Teddy que dormía en la cestita al lado de la cama.
     El silencio de la noche fue interrumpido por un ladrido de su perro que salió corriendo hacia las escaleras de la casa, el animal ladraba una y otra vez a un lugar oscuro. De repente, sus ladridos cesaron. Elena en su habitación situada en la planta de arriba, recordando que estaba sola en aquella casa empezó a tener miedo y no sabía si llamar a su perro o bajar a ver que había ocurrido. Tapada con sus sábanas, escuchó pasos en la azotea y también ruidos en la cocina, como si alguien estuviera abriendo cajones. Cada vez tenía más miedo, por lo que pensó en llamar a la policía, pero cuando fue a coger su móvil se dio cuenta de que se lo había dejado abajo en la mesa donde había estado estudiando.
     En un arrebato de valentía, se levantó de la cama y llegó hasta las escaleras, llamando con una tímida voz a Teddy, pero cuando iba por el tercer escalón la puerta de su dormitorio cerró bruscamente y las luces que había encendido al bajar se apagaron. Estaba aterrada y no sabía qué hacer. Se encontraba  en medio de la escalera a oscuras y escuchaba ruidos extraños en las plantas de arriba y abajo. Cada vez se oían pasos más cerca, los muebles crujían...algo se acercaba a ella, lo presentía.
     Deslizándose sigilosamente, llegó hasta la planta de abajo, en busca del móvil para llamar a la policía, pues pensaba que algún ladrón había entrado en su casa, pero a oscuras era difícil y ningún interruptor de la luz funcionaba. Como pudo llegó a la mesa en donde había estado estudiando, pero allí no estaba el móvil. Las puertas  se abrían y se cerraban y en la cocina los platos cayeron al suelo rompiéndose en mil pedazos. Pensó en salir a la calle pero con el nerviosismo no llegaba a recordar dónde estaban sus llaves. Así que corrió a su habitación, subiendo escalones de 3 en 3 y apunto de rodar las escaleras. 
     Cuando llegó a la planta de arriba sintió como algo iba arrastrándose hacia ella pero no veía nada, sólo percibía que algo se le acercaba y la acorralaba. Intuía que allí había algo, y empezó a pensar que lo que estaba en su casa era mucho peor que un ladrón, era algo que no estaba vivo. El pánico era cada vez mayor y no podía ya ni gritar. Pudo llegar a un mueble donde recordó que había una linterna, la encendió y se dirigió a su habitación. De camino a la misma, había un cuarto de baño donde los grifos de abrieron, Elena se apresuró a cerrarlos ayudándose de la linterna, y lo que le pareció ver en el espejo la enmudeció. 
     Gateando prácticamente y sin fuerzas llegó a su dormitorio y cerró la puerta, poniendo un sillón delante para que nadie entrara. Se metió en la cama y se arropó. Pero la premonición que había tenido toda la noche cada vez era más real, algo estaba junto a ella en la cama, no podía verlo, pero si lo sentía. Se metió bajo las sábanas resignada y casi en estado de shock. 
     Al día siguiente, cuando regresaron sus padres se encontraron a la chica en la azotea de la casa, algo pálida. Intentaron preguntarle qué había ocurrido, pero ella no respondió. Elena no volvió a hablar,   aquella noche la dejó sin palabras para siempre.
   
     La premonición de Elena, por Manuel M.
     
     
   

viernes, 2 de noviembre de 2012

Sentimientos de una afición: cuando te late el escudo

     Si nos preguntamos ¿ qué es una afición? se podría definir como un conjunto de personas a los que les gusta un espectáculo y que asisten con frecuencia a él. Sin embargo, en el caso del deporte es mucho más que un mero entretenimiento. El seguidor de un club, lo lleva dentro y lo siente como algo suyo, algo que le alegra o entristece el día, que lo evade de lo que ocurre en el mundo. No obstante todo tiene un límite, y desde este blog se condena la violencia en el deporte como en otros ámbitos de la vida, quien la engendra no pertenece a ninguna afición.
     
    Un aficionado no es sólo el que va un domingo a la grada a ver un espectáculo, es mucho más. El aficionado lo vive día a día, ya sea en sus casas, en su trabajo, en los bares o con sus amigos, todos con un entrenador dentro y siempre con la ilusión de que su equipo sea el ganador. Además, el aficionado es un público ávido de nuevas noticias, sobre fichajes o declaraciones de unos jugadores, los cuales pasan a ser "los mejores del mundo" o todo lo contrario dependiendo de los resultados. A la afición, les duele los derrotas como suyas, aunque en el fondo ya están deseando que llegue el siguiente partido para resarcirse; mientras que las victorias se viven como una combinación de sentimientos que te hace encarar la semana con otros ánimos. 
    
    Destacar a ese aficionado que se hace miles de kilómetros para apoyar a los suyos, a los que llega a sentir como su familia, esos momentos en el autobús que rebosan optimismo y cánticos, un instante de felicidad, que te hacen olvidar los problemas que te rodean. Como se decía en la Antigua Roma, "pan y circo", no hay nada mejor como el deporte, para que el pueblo mire hacia otro lado y no sea consciente de lo que pasa en el país. Pero eso es otro cantar, y el deporte debe ser sólo un juego, donde factores como la política no deben intervenir, los únicos colores que se deben sentir son los del equipo de tus amores.

     Pero el amor por unos colores no es algo que nazca de la noche a la mañana, es algo que descubres cuando eres niño, cuando tu abuelo te lleva al estadio o cuando por "reyes" te regalan tu primera equipación, y al día siguiente la llevas al colegio para enseñársela a tus amigos luciendo con orgullo el escudo en tu pecho. Y es un sentimiento que te acompaña toda la vida, una manera de vivirla que se la trasmites a tus hijos y así de generación en generación.

     Todo ello hace que me sienta orgulloso de ser aficionado al deporte en general, y al fútbol y baloncesto en particular. Y tú... ¿cómo vives este sentimiento? ¿A ti también te late tu escudo?. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

La vida de Pablo

     Este relato nos cuenta la historia de Pablo, un padre de familia que había estudiado Dirección y Administración de Empresas (LADE) y que dirigía una pequeña empresa en la que había invertido casi todos sus ahorros y sus esperanzas de futuro. Los primeros años, obtuvieron pequeños beneficios, los suficientes para poder invertir en una vivienda en la que poder disfrutar con sus hijos y su esposa. Tenía dos hijos, Víctor y Alfonso, con 10 y 12 años respectivamente, fruto de su felicidad con Carmen.
     Sin embargo la situación económica comenzó a empeorar, los negocios no iban como Pablo pensaba, pero él siempre confió en poder revertir la situación y solventar los problemas. Y así lo intentó de una forma tenaz, pero por más que lo intentaba la situación no hacía más que empeorar. Cuando llegaba a casa, siempre intentaba disimular, nunca quería poner una mala cara, intentaba sonreír, y todos los días se repetía la misma escena:
     - ¿qué te pasa cariño? ¿te sientes mal?- preguntaba cada día Carmen-. 
     - nada, nada...todo va bien, no te preocupes - respondía Pablo-.
     Pero la crisis llegó a su empresa como a muchas otras, y primero se llevó a las más pequeñas como era el caso de la de nuestro protagonista. Tuvo que ir despidiendo poco a poco a los empleados, hasta que la situación se hizo insostenible y su empresa se fue a la quiebra. Eso fue para él un duro golpe, y no sólo en lo económico al quedar prácticamente arruinado, sino también en lo emocional ya que sentía que había defraudado a su familia.
     Intentó por todos los medios encontrar un nuevo trabajo pero la situación de crisis en el país lo impedía, incluso intentó pedir un préstamo para intentar un nuevo negocio,  pero con el precedente de lo acontecido en su empresa ningún avalista apostó por él. Así pues, la familia terminó arruinándose del todo. 
     Una mañana llamaron a su puerta, unos señores trajeados acompañados por efectivos de la policía. Carmen abrió la puerta y nada más ver la escena se le cayeron dos lágrimas, sabía de sobra lo que sucedería. Uno de los señores trajeados se acercó y con un papel en la mano argumentó:
     - Buenos días señora siento tener que comentarle que traigo una orden de desahucio, por lo que recojan sus pertenencias lo más pronto posible.
      Pablo, casi en estado de shock se puso de rodillas implorándoles que tuvieran compasión por sus hijos, decía una y otra vez:
     - pensad que esto les ocurriera a sus hijos, son unos niños, ¡por favor|
     Pero sus ruegos y lamentos no fueron tenidos en cuenta y la orden de desahucio se aplicó conforme a la ley. Eso fue la estocada definitiva para Pablo, por su cabeza pasaba imágenes de sus hijos divirtiéndose en aquel patio con otras de llanto el día de su forzosa salida. Hasta el punto que entró en una profunda depresión y aunque se fueron a vivir a casa de sus suegros, un día no regresó.
     Dieron parte a la policía, pero por más que buscaron no encontraron nada, ni para bien ni tampoco indicios de que se hubiera suicidado. Hasta que un día recibieron una carta que decía:
     "cariño, lo siento os he fallado. Intentad rehacer vuestras vidas sin mí. Estaré bien, he conocido nuevos amigos. Te quiero".
     Pablo empezó a vivir como un indigente y su aspecto cambió mucho hasta el punto que era prácticamente imposible reconocerlo. Vivía de la caridad, y de lo que encontraba en las basuras y dormía entre cartones siempre con la foto de sus hijos entre sus manos. Fueron años muy duros para él, las leyes de la calle son muy difíciles. 
     Por otra parte, Carmen consiguió un trabajo y con ese dinero y con la ayuda de sus padres salió adelante y pudo darle una buena educación a sus hijos, los cuales a pesar del paso de los años nunca perdieron la esperanza de volver a ver a su padre y recuperar esos años perdidos. Además, la situación económica del país fue mejorando paulatinamente y sus hijos consiguieron unos buenos trabajos, especialmente Alfonso que empezó a trabajar como director de una sucursal bancaria. 
     Una mañana cuando fue a abrir el banco, se encontró junto al cajero a una persona, su sorpresa fue mayúscula cuando fue a llamar a aquel pobre indigente:
     - Buen hombre, buenos días....¿necesita usted algo?, preguntó Alfonso.
    - Una nueva oportunidad en la vida respondió él, pero eso ya es imposible. (Como todos os podéis imaginar, se trataba de Pablo, pero los años y su maltrecha vida en la calle había cambiado mucho su fisionomía.).
     - Nada es imposible caballero, la vida da muchas sorpresas respondió Alfonso.
     Pero la sorpresa se la llevó él cuando el indigente sacó de su bolsillo una foto suya con su hermano.
     - Papá, papá....¿eres tú?, preguntó el director atónito
     - Alfonso....respondió Pablo con lágrimas en los ojos....¿sabrás perdonarme?
     - Claro que sí papá, como has rogado, la vida te dará una segunda oportunidad.

     La vida de Pablo, por Manuel M.

lunes, 29 de octubre de 2012

La habitación de Daniel

     La presente historia se sitúa en la habitación de un extraño hospital, en el que Daniel y todos lo que se acerquen a la lectura de este relato sentirán angustia e incertidumbre. Pues bien, este chico era una persona normal, con vitalidad, un joven de 24 años que estudiaba ingeniería informática. Era un chico deportista y sano, que nunca había tenido ningún problema de salud grave. Por ello, le resultará de lo más extraño abrir los ojos y verse en la habitación de un Hospital.
     Como digo, Daniel abrió los ojos en aquel extraño lugar, era una habitación pequeña, poco iluminada, que no tenía nada que ver con su dormitorio, en el que creyó estar en un primer instante. Cuando se percató de la realidad, intentó levantarse de la cama, y se llevó una terrible sorpresa, estaba atado a la cama y en su brazo derecho tenía una vía con un gotero puesto. Intentó por varias veces levantarse, pero le resultó imposible.
     -¡¡¡ Socorroooo, socorrooo, que alguien me ayude, por favor!!!, gritó desconsoladamente, pero nadie aparecía por aquel lugar. Sólo un tic tac de un reloj que había en la pared sonaba una y otra vez en aquella habitación.
     Daniel miraba en aquel reloj cómo las horas pasaban lentas, no sabía qué pasaba, ni donde estaba, y se encontraba cansado a pesar de tener la sensación de haber estado durmiendo muchas horas. De repente, la puerta se abrió y una extraña mujer accedió con un carrito en el que llevaba cosas que Daniel desde su cama no alcanzaba a ver.
     - Soltadme, ¿quiénes sois? ¿qué me pasa?, preguntó una y otra vez. Pero aquella mujer vestida de blanco, a la que Daniel no alcanzaba a ver el rostro, parecía hacer caso omiso a todo lo que aquel chico le decía. 
     -¿Pero no me oyes? ¿Estás sorda?, ¡te estoy preguntando!, le dijo una y otra vez, pero tras agarrar su carrito salió de la habitación. 
     Había perdido la noción del tiempo, sólo veía que entraban personas vestidas de blanco, a los que por mucho que miraba no les podía ver la cara, incluso sintió pánico a creer que tenían el rostro desfigurado. Pero ninguno de ellos le respondía a nada de lo que Daniel le rogaba que le informara.
     En aquel lugar se alternaban momentos de silencio absoluto, con otros de gritos y puertas que se abría y cerraban una y otra vez. Él pensaba que podía estar en un hospital, pero no recordaba nada y lo que le daba más miedo es que nadie le respondía, parecía que él había enmudecido o que todo el mundo se había vuelto sordo.
     A veces cerraba los ojos, aunque él pensaba que no conseguía quedarse dormido del todo, pero en una de las ocasiones que lo hizo un fuerte pitido lo despertó. A continuación, muchas personas entraron en su habitación con aparatos extraños que Daniel no distinguía. Parecía que hablaban entre ellos, algo que el joven pudo percibir gracias a los gestos que hacían, puesto que los rostros no los veía, seguía viéndolos como seres desfigurados y sin voz. 
     Lo trasladaron con celeridad, por unos pasillos muy iluminados y sólo distinguía pitidos, y en su cuerpo una sensación de frío. Estuvieron con él algún tiempo, pero Daniel que no sentía dolor alguno, no entendía nada, y aunque intentaba levantarse su cuerpo no respondía ni podía comunicarse con aquellas extrañas personas.
     El joven estudiante de ingeniería cerró los ojos y cuando los abrió se vio en una especie de ataúd, por lo que entró en casi estado de shock:
     - ¡socorroooo, estoy vivo, no me enterréis!, gritó desconsoladamente, pero nadie respondía y sólo sentía un tremendo zumbido y vibraciones. Se sentía desconsolado, sólo el pensar que lo iban a enterrar vivo le dejaba ya casi sin ganas de luchar. Cerró sus ojos, pensando que ya era el fin, nadie lo escuchaba el final de su vida se acercaba.
     Pero a veces cuando el final de tu vida se acerca, un hombre puede sacar fuerzas de flaqueza, abrió los ojos y gritó con todas sus fuerzas:
     -¡¡¡¡¡ Quiero vivir, estoy vivo, miradme, estoy vivo!!!
     De repente vio con mucha más claridad, estaba en un lugar rodeado de cables, estaba en una cama y junto a él había otras personas en idéntica situación. Una mujer vestida de blanco, a la que ya le veía su rostro, le sonrió y le dijo:
     -¡ Enhorabuena, has vencido a la muerte!, y acto seguido llamó a más doctores.
     Horas después, le contaron a Daniel que había tenido un accidente con su coche nuevo, un conductor despistado se había saltado un stop colisionando con él. Pero su "pesadilla real" del coma había terminado, su vitalidad y juventud había vencido.

     La habitación de Daniel, por Manuel M.

viernes, 26 de octubre de 2012

Un juego de muerte

     La historia que aquí acontece se sitúa en un centro médico de un pequeño pueblo de la sierra castellana, un lugar de difícil acceso, con carreteras sinuosas y de poca visibilidad. Pues bien, un médico y un enfermero, tenían que cubrir una emergencia sanitaria en una casa alejada del pueblo en un día tormentoso y con un fuerte aguacero. Tras un momento de distracción, y tratando de evitar una colisión frontal, el vehículo cae al vacío falleciendo los dos en el acto. Todo el mundo quedó consternado por tan brutal desenlace, declarándose en aquel lugar tres días de luto.
    Años después, María, hija del doctor fallecido que había seguido los pasos de su padre al estudiar medicina, es enviada aquel pequeño pueblo para cubrir las urgencias. Allí coincide en turno con Marcos, el enfermero, el cual era aficionado a estudiar parapsicología, y con Antonio, el celador, una persona muy escéptica en todo lo que se refiere a los fenómenos paranormales.
     María siempre creyó que su padre no se había ido del todo, ella siempre lo sentía cerca, pero pensaba que todo sería fruto de su imaginación, motivado quizás por las ganas de que aquel accidente mortal hubiese sido un mal sueño y que su espíritu continuara por allí. Eso siempre le rondaba la cabeza, y más aún cuando conoció a su compañero Marcos, por el que sentía algo más que amistad y del que hubiese creído todo. Desde la llegada de la joven, el enfermero siempre le contaba historias paranormales que en aquel lugar sucedían, tales como muebles que crujían, respiraciones que se sentían, cosas que desaparecían y luego se encontraban en otros lugares; es decir, numerosos sucesos que Marcos siempre relacionaba con la muerte del Dr. García y de Fran, su compañero ATS. Mientras tanto, Antonio, siempre tan escéptico se reía y decía que eso no eran más que habladurías del pueblo.
     A María, las palabras de Marcos, aumentaron sus ganas de comprobar si sus presentimientos eran ciertos, y que el espíritu de su padre seguía deambulando por aquel centro sanitario. Por eso intentó convencer a Marcos y Antonio para que durante el próximo turno de noche, intentaran contactar con su padre mediante una sesión con la tabla güija. Marcos, intentó avisarle del peligro que ello suponía pero la obstinación de María junto a su curiosidad terminó por convencerlo. Antonio, por otro lado, después de fumarse un cigarro, aceptó, ya que la noche estaba muy tranquila y sería una forma de entretenerse, aunque estaba seguro de que no pasaría nada.
     Pues bien, la noche del 20 de noviembre, los tres pusieron en práctica la peor idea que podrían haber tenido en sus vidas. Marcos, sacó una tabla de güija de su mochila, un tanto deteriorada, que según les contó a sus compañeros había pertenecido a su tío Carlos, del que había heredado ese gusto por lo paranormal. Se sentaron junto a la mesa, y empezaron todo ese ritual que rodea a estas sesiones, intentando comunicar con el Dr.García. De repente empezaron a suceder cosas extrañas, la mesa temblaba, la luz se iba y venía, los muebles crujían.....mientras los allí presentes empezaban a presentir que algo iba a ir mal en aquel lugar por lo que declinaron seguir con aquello, pues cada vez sentían más miedo y hacía más frío en aquella pequeña habitación. Pero ya era tarde, y habían conectado con algo muy distinto del padre de María del que no consiguieron saber nada. Y ya se sabe, si una cosa está mal, es susceptible de tornarse en algo peor, como así sucedió.
    De repente, llamaron a la puerta, se trataba de una familia muy extraña, con un acento como extranjero, vestidos con ropa un poco anticuada, diríamos como de otra época, que sólo pronunciaron una palabra "Ayuda". Todos se dispusieron a hacer su trabajo con prontitud pues tenían aspecto como de encontrarse gravemente enfermos. Aunque intentaron conocer algo más de ellos mientras que preparaban todo el instrumental necesario, no pronunciaron ni una palabra y sólo realizaban una especie de gruñidos con movimientos extraños. Pero lo peor fue cuando la doctora comprobó el pulso de los tres miembros de esta familia, más bien la carencia de éste. ¡No podía ser no había ritmo cardíaco, no había constantes vitales...mil cosas pensaron en los segundos posteriores. Estaban realmente aterrados, y más aún cuando al celador intentando hacer el traslado de uno de ellos a la camilla le mordieron en el cuello brutalmente acabando con su vida.
     Marcos y María corrieron por las dependencias de aquel centro de Salud intentando escapar de allí como fuera, pero puertas y ventanas estaban cerradas, no podían salir y aquellos seres del otro mundo acudían lenta pero decididamente hacia ellos después de haberse dado un festín a costa de Antonio. María intentó esconderse en los servicios, pero no había pestillo, se lo había llevado seguramente para hacer una gamberrada algún chico del pueblo. Ella lloraba y gritaba, el pánico se había apoderado de sí,  y eso fue lo peor que pudo hacer, pues los atrajo allí. Sentada junto al lavabo, y sin posibilidad de escapar, su corazón que había palpitado más fuerte que nunca dejó de latir. María falleció en el acto de un infarto.
     Mientras tanto, Marcos que pudo encerrarse en las sala de curas, tras no encontrar ninguna salida de aquel lugar, casi en estado de shock, vio como la puerta era derribada y él acorralado. Cogió un bisturí y sin fuerzas ya para defenderse se suicidó.
     A la mañana siguiente, cuando llegaron el resto de los médicos, se encontraron este horrible descenlace, los tres cuerpos de sus compañeros yacían junto a la tabla de la güija y en espejo escrito con sangre un mensaje que decía "no juguéis con la muerte".

     Un juego de muerte, por Manuel M.
   
   

jueves, 25 de octubre de 2012

Sueños en Halloween


Me desperté junto a aquella tapia, estaba aturdido y no recordaba nada. Di algunos pasos hacia delante dándole vueltas a mi cabeza para ver si lograba situarme en aquel lugar, pero por más que miraba no era capaz de reconocer nada. Miré el reloj que tenía en mi muñeca, marcaba las dos de la madrugada del día 31 de Octubre, era Halloween.
Normalmente a esas horas no encontraría a muchas personas por la calle, pero… en Halloween, todo es distinto, es algo que se vive en la calle, por lo que me dispuse a buscar a alguien que me pudiera aclarar el lugar en el cual me encontraba. Había poca luz y hacía bastante frío, así que me apresuré siguiendo esa enorme tapia blanca sin el menor rastro de personas en los alrededores.
Caminé durante algún tiempo pero parecía que volvía al sitio de origen, parecía que me encontraba atrapado junto a aquella tapia blanca, era una escena que se repetía una y otra vez. Miré el reloj nuevamente, se había quedado parado en las 3 de la madrugada, yo no era ya consciente del tiempo que llevaba andando.
Intenté separarme de aquella tapia algunos metros, y me pareció ver una casa, o más bien una especie de templete, pero no lo podía apreciar muy bien. Por ello, decidí acercarme un poco más para ver si podía encontrar a alguien. De repente, oí voces, eran voces de niños que jugaban, sería el típico truco o trato de esta fecha, pensé.
Cada vez sentía más frío y una sensación de escalofríos me recorría por el cuerpo, no sabía que me estaba pasando, sólo oía risas de esos niños que se divertían en aquel lugar. Llegué al lugar y entonces los vi…esos niños estaban tan bien maquillados y con unos disfraces tan originales que sentí miedo, pero nada comparado con lo que sentiría después.
Intenté hablar con ellos, pero no me respondían, sólo se reían y parecían divertirse, me fui acercando más y más a ellos, pero de repente empezaron a correr. Yo, intentando no asustarlos, fui corriendo detrás (aunque realmente el que estaba aterrado era yo…¿qué estaba ocurriendo allí?).
Los niños corrieron hacia un lugar donde me pareció ver más templetes o pequeñas casas, pero la falta de luz me impedía ver claramente aquello. Aunque los seguí con todas mis fuerzas, les perdí la pista, parecía que se habían esfumado. Mi corazón latía fuerte, miraba a un lado y a otro, qué pasaba….no eran niños disfrazados, no sé…. ¿qué era eso….dónde estaba yo…y esa especies de templetes qué eran?.
Tembloroso con una mezcla de frío y pánico, me acerqué al templete, y…me quedé totalmente petrificado, no era capaz de articular palabra, no era capaz de nada, no podía apartar la mirada de lo que tenía ante mí. Eran las fotografías de esos chicos a los que hacía un instante había visto jugar con vitalidad y disfrazados para la ocasión, junto a las lápidas de sus tumbas.
Estaba en un cementerio, y en el peor día que se podía estar, en Halloween, la noche en la que dicen que los muertos volvían a la vida, y que yo había podido comprobar por mi mismo que así era. Pero….¿cómo había llegado yo allí? y sobre todo ¿cómo podría encontrar la salida de aquel laberinto funerario?.
Empecé a correr, lo más sigilosamente posible, tenía miedo, mucho miedo a encontrarme con aquellos seres del otro mundo, y lo peor no era verlos, lo que más me temía era la reacción de éstos. Todas las calles me parecían iguales, nichos y tumbas, además se estaba levantando un viento que cada vez movían más las hojas de aquellos cipreses. Quería escapar, pero no me salía la voz ni para pedir ayuda, y cada vez me encontraba más cansado y me faltaban las fuerzas, ya que el pánico me bloqueaba.
Por mucho que corría de un sitio para otro no encontraba la salida y ya no veía ni esa interminable tapia blanca. Tenía que descansar unos minutos, no podía más, estaba exhausto. Me apoyé sobre el muro de aquel templete que encerraba uno de los tantos panteones que allí había… me estaba quedando dormido, algo que fue interrumpido bruscamente por un tremendo estruendo y un grito aterrador. A esto lo siguió un inquietante silencio….cerré los ojos no quería ni mirar, lo que me encontraría si los abría….¡Dios no estaba preparado para verlo!. Pero si no los abría mi vida podría peligrar.
Me torné de valor, los abrí y…..lo que vi era mucho peor de lo que me esperaba, una multitud de….no sé muy bien como definirlos venían lentamente hacia mí. Corrí, sin rumbo, sin pensar nada, sólo quería salvar mi vida. Había unas escaleras, que descendían hacia un sótano y allí vi la salvación. Las bajé, olía bastante mal, pero el fresco que entraba desde la superficie me ayudaba a respirar. De repente, la corriente de aire desapareció, el acceso había quedado cerrado. Cerré los ojos, mientras oía un ruido cada vez más lejano y más lejano…
Me desperté en una habitación, y por fin recordé me encontraba con unos amigos pasando unos días en un camping. Salí de aquel bungalow, fui corriendo hasta la entrada del camping y desde allí vi la tapia de un cementerio. Creo que todo había sido un mal sueño, quizá fue una pesadilla o no, no lo sé estoy buscando a mis amigos.
                                                           
      Sueños en Halloween, Manuel M.

Animales personificados

     Si lees el título se te puede venir a la cabeza la idea de que vas a leer una fábula, nada más lejos de la realidad, puesto que hoy me he propuesto que reflexiones sobre el trato a los animales, ¿crees que son muy distintos a nosotros?. ¿Se merecen una mejor consideración a la que actualmente tenemos de ellos?.
     
     Vayamos por partes, en primer lugar un animal, pongamos por ejemplo un perro,  te puede proporcionar fidelidad y cariño, cualidades propias de las personas que sin embargo a veces se encuentra ausente en muchos humanos.
    
  ¿Pero....qué te puede proporcionar una mascota? El que tiene un animal doméstico en casa sabe perfectamente de lo que hablo, dicen que a diferencia del ser humano ellos actúan por instinto, sin embargo   son capaces de captar todos los estados de ánimo de las personas que los rodean y parece que "sólo les falta hablar", puesto que han creado un vínculo con aquellos con los que conviven y son capaces de transmitir mucho. Podríamos verlo como un lenguaje no verbal, unos gestos y una forma de actuar con los que, volviendo al ejemplo del perro, podrían pedir comida o que los lleves a dar un paseo, es decir crean una comunicación.
    
      No obstante, con ello no digo que deban educarse totalmente igual que una persona, deben marcarse unas pautas de comportamientos y enseñarles dónde están los límites. Ni tampoco quiero decir que las personas y los animales seamos iguales, pero si estoy seguro de que las mascotas nos pueden proporcionar mucho al ser humano y por ello se les debe dar otro trato distinto a las que por parte del hombre están siendo objeto. Malnutrición, abandono, falta de higiene y violencia son acciones llevadas a cabo por ¿seres humanos? pensando que el hombre es tan distinto a los animales que puede hacer con ello lo que les venga en gana, y esto es lo se debe denunciar y evitar.

     Me gustaría que durante unos minutos se pararan a pensar sobre cómo tratan a los animales y cómo se podrían concienciar a las personas para que mostraran un mayor respeto y consideración por ellos.

     Un cordial saludo.
     
     Manuel M.

martes, 23 de octubre de 2012

Juego de niños

     Después de dar un paseo matutino se me viene a la cabeza una pregunta y es la siguiente ¿a qué juegan los niños hoy?. Por más vueltas que le doy no logro comprender cómo han cambiado tanto los hábitos de los niños y niñas o de los chicos y chicas adolescentes. ¿Dónde han quedado esos niños jugando en los patios o cambiando cromos de fútbol y esas niñas con su elástico por poner un ejemplo? ¿Y esos adolescentes que salían a la calle y se sentaban en un banco con la chica o el chico que les gustaba?. Todo eso se va perdiendo y va pasando a un segundo plano.
     
     Hoy en día, me entristece pensar en que todo pasa por quedarse en casa y no salir, en que los amigos que se hacen no son más que alguien que está detrás de un nick en algún chat, y que los juegos de la calle se han cambiado por algún juego on-line que no crean más que adicción a unos niños que si no se saben controlar tendrán problemas el día de mañana, y no sabrán desenvolverse en una sociedad tan diferente de su "mundo virtual". 

    ¿Entonces las Redes Sociales son negativas? ¿Estamos evolucionando o involucionando? Pues creo que todo depende del uso que se le quiera dar, aunque estoy seguro de que todos debemos hacer autocrítica y observar que está sucediendo, el por qué vamos por la calle mirando la información de un móvil y no alzamos la cabeza para contemplar el paisaje que nos rodea. ¿Quizás pretendemos huir de algo? No lo sé, pero si tenemos que tener cuidado con todo ello y sobre todo hacer hincapié a los niños y niñas en que deben salir a divertirse y que nunca se pierdan los juegos por favor, que no se pierda la infancia ni la adolescencia, pues no somos máquinas que dependamos de un ordenador, somos humanos y necesitamos vivir en sociedad.

     Me gustaría que tras esta pequeña reflexión me comentaran ¿qué les parece ésta situación? ¿qué sucede hoy a niños y adolescentes? ¿Piensan que ésto es un problema? ¿Cómo lo solucionarían?

     Un cordial saludo.

     Manuel M.

lunes, 22 de octubre de 2012

Diario de un parado


     Desde este blog me gustaría dedicarle algunas líneas a uno de los principales problemas que tenemos en España, el desempleo. Pero no, no teman... no huyan de leer una parrafada sobre la economía y los datos del paro, ni de cifras de las que nos marean cada día los medios de comunicación. El objetivo de este escrito es otro bien distinto, se trata de hacer un homenaje a todas aquellas personas que se encuentran sin trabajo, y que a pesar de que lo están pasando mal, no cesan en su constancia y tesón buscando una salida laboral.
     
     No voy a entrar a valorar, quién es el culpable de esta situación ni quién es el encargado de solucionarlo, mi escrito va más allá de una postura política u otra. La finalidad no es esa, estas líneas van dedicadas a todas aquellas personas que tras formarse durante bastantes años no encuentran una ocupación profesional. Mi más sincero aplauso a quien cada mañana con carpeta en mano se echa a la calle con su Currículum Vitae en busca de una solución. A aquellos chicos y chicas, hombres y mujeres que salen con ilusión como casi quien compra un cupón de la O.N.C.E o una Quiniela buscando una respuesta, una mirada comprometida cuando entregas tu Currículum y que se encuentran con un simple gracias o suerte.
     
     Hoy en día, la situación es de tal calibre, que es difícil hasta recibir una llamada para una entrevista, ya sea por la crisis o por otras razones que aquí no voy a entrar a valorar, no, no es ese mi objetivo. La razón de esta reflexión es otra, como reitero una y otra vez se trata de mi alabanza más grande a esos padres de familia que luchan con todas sus fuerzas para sacar adelante a sus hijos, o a esos jóvenes que intentan planificar un futuro y a pesar de luchar con todas sus fuerzas no logran alcanzar una estabilidad laboral y personal.
     
     Me gustaría que todos reflexionáramos sobre esta situación, y puesto que las soluciones no están en las manos del desempleado, me gustaría que opinaseis sobre la forma de sobrellevar este día a día.
     
     Ánimo a todos y un cordial saludo.
     
     Manuel M.


Halloween, ¿una fiesta pagana o religiosa?

     Nos acercamos a la festividad de Halloween, que se celebrará la noche del próximo 31 de Octubre, y como cada año miles de niños se disfrazarán y saldrán a la calle a pedir caramelos con la típica frase de "truco o trato". 
     Se trata de una tradición de origen celta, cuyo nombre deriva del inglés antiguo All Hollow´s eve, el cual podríamos traducir como "la víspera de todos los santos". Por tanto una tradición anglosajona que cada vez va teniendo más arraigo en otros países como el caso de España. No obstante, en algunas zonas del noroeste peninsular como Galicia o Asturias ya se hacían cultos similares por sus raíces Celtas.
    Sin embargo, podríamos entrar en un debate sobre su finalidad religiosa o pagana, pues mientras que algunas personas lo ven como un homenaje a los difuntos, otras esperan esta fiesta como una especie de "carnaval" con disfraces de brujas, zombis y otros seres siniestros. 
     Por ello, en España un país de tradición católica a pesar de que cada año se celebra Halloween, muchas personas son todavía reticentes a ella, puesto que lo ven más como un "producto" importado de Estados Unidos afianzado por el interés de las Grandes Superficies para obtener cuantiosos beneficios en estas fechas. Estas personas tienen otro concepto de ver el día de los Difuntos, y lo hacen más como respeto y recuerdo a sus seres queridos. Y por ello, iluminan con velas las fotografías de sus familiares difuntos, van a los cementerios a llevar flores, arreglan las lápidas, etc. Aunque no obstante, debo aquí hacer un inciso para indicar que muchas personas se "olvidan" de sus difuntos durante todo el año para aparecer sólo ese día, aunque este no es el caso de mi artículo.
    Por tanto, ¿qué es Halloween, paganismo, religión, carnaval adelantado...?. Pues supongo que cada uno lo ve de una forma, y en cierta manera las dos posturas tienen  algo de razón puesto que esta noche de "Brujas y Muertos que regresan a la vida" (un reiterado argumento cinematográfico) es una noche de diversión y un enriquecimiento cultural para España. Pero también se merece el mismo respeto el que vive el día de los Difuntos desde la intimidad, desde el anonimato y no sale a las calles a celebrar nada, y sólo hace memoria de aquellos recuerdos junto a su ser querido.
   Me gustaría que este artículo les hiciera reflexionar sobre esta cuestión, ¿paganismo o religión?, y me hicieran comentarios sobre como celebran esta festividad. 
     Un cordial saludo.
     Manuel M.

viernes, 19 de octubre de 2012

Bienvenidos

   Bienvenidos al blog Tu rincón para leer un espacio en el que humildemente llevaré a cabo relatos y artículos de opinión que espero que sean de su gusto, y de todas aquellas personas que decidan entrar en este blog. Pretendo, además, que aporten sus comentarios y opiniones constructivas que serán bienvenidas.

    Los relatos serán de los más variado, es decir no seguirán una temática determinada y dependerán más de la inspiración.
     
   En cuanto a los artículos de opinión, haremos referencia a temas de actualidad, siempre desde el respeto,  y sobre todo haciéndoles reflexionar sobre los mismos.
    
   En definitiva, espero que este blog sea de verdad Tu rincón para leer, y permítanme que les tutee pero espero que se sientan como en casa y sobre todo disfruten con la lectura de todo lo que podamos aquí realizar.
    
   Sin más, indicarles que pronto empezaré con la actividad en este blog, por lo que les invito a seguirme. Reciban  un cordial saludo de parte de Manuel.