Opinión

RECUERDA PUEDES SEGUIR ESTE BLOG TAMBIÉN A TRAVÉS DE TWITTER . SI TE GUSTA LEER Y OPINAR...¡SÍGUELO!.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Felices Fiestas

Feliz Navidad desde "Tu Rincón para leer"

Os deseo que disfrutéis de estas fiestas en compañía de vuestros familiares y amigos.
    
     En tiempo de crisis como en los que nos encontramos, anhelo que estas fechas nos sirvan para unirnos más e intentar salir adelante. Ojalá que por unos días podamos olvidarnos de los problemas que nos rodean, así como de las discusiones absurdas que a veces tenemos. Que esta Navidad entre turrones y villancicos nos hagan a todos por unos instantes felices de verdad. 
     
     Cuando ya las luces navideñas adornan nuestras calles y el belén junto al árbol se encuentran en nuestras casas, quiero dedicar también estas líneas a los familiares que por desgracia ya no están entre nosotros, pero que nunca morirán mientras perduren en nuestros recuerdos. 

    Nos ha tocado vivir una época dura, y sólo basta con salir a la calle para ver a tantas personas que lo están pasando mal, y lo último que estarán pensando es en la Navidad. Pero yo prefiero ser positivo, por condición o porque no queda otro remedio, no venirme abajo e intentar ilusionarme al igual que lo hacen los niños con su globo tras visitar un belén o en las vísperas de los regalos de los Reyes Magos o de Papá Noel. 

     Por todo ello, sed felices y que ni las circunstancias ni nadie os pueda arrebatar la ilusión.

     Un abrazo y Felices Fiestas a todos los seguidores y lectores de este blog.

     Manuel M.



.

martes, 4 de diciembre de 2012

Una Navidad en mangas cortas

     Llega el mes de Diciembre y con él las temperaturas gélidas del frío invierno, un ambiente que recrea nuestras fiestas navideñas cada año. Frío, nieve y lluvia nos acompañan cada día, mientras la ropa de abrigo se convierte en algo cotidiano. En estos momentos en los que escribo con el brasero a mis pies se me ocurre echar una mirada al otro hemisferio de nuestro planeta. No he tenido la suerte de conocer ningún país de Hemisferio Sur, no obstante siempre he pensado cómo sería una Navidad en mangas cortas. 

     Como mucho conoceréis, los dos solsticios señalan los momentos de mayor acercamiento y mayor lejanía respecto al Sol. Así a diferencia de nuestro Hemisferio Norte, en el Hemisferio Sur entre el 21 y 24 de Diciembre es el momento de mayor acercamiento (Solsticio de Verano), por lo que viven una Navidad muy distinta a la nuestra. 

     Es difícil para un europeo, y español en particular, pensar en unas fiestas navideñas en la calle, dado a que el frío invernal invita a quedarse en cada celebrándolo con la familia o a lo sumo en locales con la calefacción por las nubes. Cierro mis ojos e intento imaginar, pero me cuesta trabajo visualizar  una Navidad en la playa como ocurre con en países como Brasil o Australia.

      La opción más cercana para celebrar esta festividad escapando de esta álgida estación son las Islas Canarias, con temperaturas suaves y primaverales todo el año. Desde luego una opción más económica, aunque no tan exótica como serían las Playas de Río de Janeiro o Argentina. 

     A pesar de la diferencia climatológica, en muchos lugares del Hemisferio Sur siguen las mismas costumbres navideñas de los países de nuestro Hemisferio. Resulta muy curioso pensar como en el inicio del verano se adornan árboles con nieve artificial y se llevan a cabo las tradiciones europeas. O incluso en lugares como África donde el cristianismo no está tan extendido la acción de los misioneros ha ayudado a inculcar el espíritu navideño.

     A falta de 21 días para la llegada de la Navidad, cuando en muchos centros comerciales suenan de fondo los villancicos y empezamos ya con los preparativos, llama sobremanera la atención imaginar una Navidad en la que se cambien los turrones y mantecados por helados mientras paseas junto a la orilla del mar, o en lugar de bufandas y jerseys de cuello vuelto ponernos un bañador. 


     Sin embargo hay algo que tenemos en común con prácticamente la totalidad de los países donde se celebra la Navidad y es representar el Nacimiento de Jesús mediante las figuras de un Belén, aunque con las peculiaridades típicas de cada lugar como en África donde las figuras son talladas en madera de Ébano, reservándose el marfil para el Niño Jesús, o el caso de Sudamérica donde tienen un gran diseño y colorido. Mientras que en España, qué sería una estampa navideña sin un niño con su globo tras visitar un Belén. A pesar de ello el dato exótico llega en territorio español, aunque fuera del ámbito peninsular como es el Belén de Arena que se realiza en la playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria. 


     Se nos avecina ya estas fechas de felicidad y de vivirse en familia, aunque también de tantos recuerdos de las personas que ya no están con nosotros pero que siguen tan presentes.


     Un cordial saludo, Manuel M.


     

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Muchas gracias a los seguidores y lectores de este blog

     Desde este blog con pocas semanas de vida, me gustaría daros las gracias a todos los seguidores y lectores que formáis parte de él. Me gustaría que si tenéis algún minuto, escribierais comentarios sobre lo que os están pareciendo las entradas, cuál os ha gustado más o simplemente a la reflexión que os llevan las mismas.
    
      Desde hoy hay una novedad al final de las entradas, y es la posibilidad de calificar el post como "me gusta", "regular" o "no me interesa". Cuando uno decide hacer esta iniciativa de escribir en un blog, lo hace para publicar aquellos aspectos que le interesen o le gusten más, pero también es grato conocer vuestros intereses, vuestras inquietudes y también serán bienvenidos vuestros consejos. 

     Tengo que decir además que me ha sorprendido positivamente la cantidad de personas que a través de las Redes fomentáis la lectura, y hacéis un gran trabajo con vuestros blogs. A todos vosotros ¡felicidades!.

      Un cordial saludo, Manuel M.


martes, 27 de noviembre de 2012

Profecía Maya, ¿fin del mundo?

     Nos encontramos a menos de un mes para la fecha prevista por la civilización Maya como el final de uno de sus calendarios, concretamente el de Cuenta Larga que finalizará el 21 de Diciembre o 23 para otras fuentes. El fin de este ciclo es el que ha dado lugar a la interpretación de la Profecía, que ha ido desde tintes apocalípticos hasta cambios menos severos que podrían ocurrir en nuestro planeta. Esta civilización prehispánica que habitó en América Central hablaba de mundos como grandes cambios que se habían producido en la Tierra, pronosticando el final del Cuarto Mundo en esta fecha de 21 de Diciembre de 2012.
     
      El problema de todo esto es la interpretación de las fuentes mayas desde la óptica occidental con influencia Judeocristiana y del Juicio Final. Esto ha alimentado los más diversos comentarios por parte de personas supersticiosas como por ejemplo el choque con otro planeta o con un gigantesco asteroide  llamaradas solares que afecten a nuestro planeta, o incluso una inversión de los polos magnéticos de la Tierra, que afectarían a los aparatos electrónicos y desorientarían a las aves migratorias. Sin embargo, numerosos especialistas en diversas disciplinas nos tranquilizan ante estos pronósticos tan agoreros. 
    
      Además como bien afirman científicos del CSIF, este calendario maya de pronóstico para el futuro fue realizado sobre lo que estaban viviendo en ese momento del pasado. Además podríamos encontrarnos quizás ante una situación similar a la que ocurrida en el año 2000 donde desde la astrología se trasladó el miedo al fin del mundo o si miramos mucho más atrás, al Terror Milenario que en la Edad Media Cristiana se tenía en el año 1000 en base al Apocalípsis de San Juan.

    Por tanto después de todas las fuentes consultadas sólo podemos sacar una cosa en claro y es que los calendarios mayas no anuncian el fin del mundo para el 21 de Diciembre de 2012, sino un cambio de ciclo astral e histórico, es decir el final del Cuarto Mundo y el comienzo del Quinto. No obstante, si atendemos a todo lo que se está diciendo podría ocurrir desde un cambio climático u otra catástrofe en el planeta a no ocurrir absolutamente nada más allá de un día previo a los preparativos navideños. 

     Desde mi punto de vista no hay nada que temer, creo firmemente la opinión de todos los científicos y especialistas que han estudiado este fenómeno. Sin embargo, me gustaría conocer tu opinión, ¿crees que el 21 de Diciembre de 2012 puede iniciar un cambio de ciclo? ¿Piensas que todo puede estar predestinado?. 

     Un cordial saludo, Manuel M.
     

     

sábado, 24 de noviembre de 2012

Chicos, ¿dónde está Hugo?

     Esta historia se enmarca en la serranía andaluza donde unos amigos habían planificado disfrutar de una barbacoa tras algunos años sin verse por motivos laborales. Por ello estaban ilusionados, tenían tantas cosas que contarse...sería un día especial. Era una mañana del mes de Enero, soleada pero fría, aunque las ganas de disfrutar de un día de campo con sus amigos superaba cualquier tipo de adversidad climatológica. Hugo, Aitor, Adrián e Iván querían reencontrarse y que mejor lugar que respirando el aire puro de la sierra.
     La escena fue muy emotiva para unos amigos que no se veían desde hacía años, pero que habían vivido muchas experiencias juntos. Habían sido compañeros de carrera, amigos que salían a divertirse e incluso confidentes de sus aventuras amorosas. Por eso el instante en el que aparcaron sus coches, risas y abrazos acompañaron el recuerdo de sus historias.
    Además de elegir aquel lugar por la belleza del paisaje lo hicieron también por una afición que compartían como era el senderismo. Disfrutaron de una buena comida acompañado de un buen pan de pueblo, que habían comprado en el camino, mientras preparaban todas las cosas que llevarían cuando subieran por esa montaña que veían al fondo. No quisieron perder mucho tiempo, pues de lo contrario la noche se les vendría encima, así que tras almorzar se pusieron en camino.
     Intentaron buscar un sendero que le facilitara el ascenso a la montaña, y en la medida de lo posible lo consiguieron aunque todavía estaba algo mojado y húmedo pues en los días anteriores había estado lloviendo. Poco a poco la luminosidad del media fue a menos, conforme avanzaban una bruma iba apareciendo. Además la dificultad iba a más, y a Iván y Adrián el cansancio le iba haciendo mella, por lo que decidieron descansar un rato mientras bebían una botella de agua y comían algunos frutos secos.  Mientras, Hugo al que le encantaba la fotografía iba con su cámara nueva captando imágenes de aquel precioso lugar.
     A medida que continuaban el camino se hacía más escarpado y resbaladizo, todos llevaban calzado de montaña, menos Iván que había olvidado echarlas en su equipaje. A pesar de todo, continuaron con celeridad, pues no querían perder tiempo para que no les cogiera la noche a su regreso. Suponía también un reto personal, aunque estos chicos parecía que no eran conscientes del peligro que esto podía conllevar. Sin embargo empezaron darse cuenta cuando Iván resbaló al pesar una piedra con verdina, aunque la rápida actuación de Aitor que se encontraba a su lado evitó un mal mayor. Sólo fueron rasguños que se hizo con los matorrales, aunque fue un serio aviso de los que le podía pasar. Además la bruma parecía ir a más, lo que inició una discusión sobre continuar o no.
     Adrián e Iván, éste último con el susto en el cuerpo, eran partidarios de volver, además afirmaban que la niebla cada vez más densa dificultaría el descenso. Hugo, todo lo contrario, era quizás el más aventurero de los cuatro y el que en mejor forma se encontraba, además tenía mucho interés por fotografiar la cima. El otro chico, Aitor, se encontraba indeciso. Al no ponerse de acuerdo, Hugo les pidió que le esperaran unos minutos que subiría algunos metros más para hacer un par de fotografías y ya volverían. Los demás aceptaron más a regañadientes que otra cosa.
     Transcurridos unos 15 minutos, no tenían noticias de Hugo, por lo que empezaron a preocuparse. Adrián sacó de la mochila su móvil e intentó llamarlo, pero se encontró con la sorpresa de que no había cobertura en aquel lugar. No sabían que hacer, observaban que la niebla cada vez era más densa y estaba empezando a oscurecer. Además hacía frío, y la presencia de buitres y otros animales de la sierra comenzaban a ser una realidad. Ante esa situación de incertidumbre y nerviosismo, Aitor decidió subir algunos metros para ver si lograba ver a su amigo Hugo, y aunque lo llamó en muchas ocasiones no obtuvo respuesta alguna. Así que volvió al lugar donde se encontraban Adrián e Iván. No les quedaba otra opción que bajar al pie de la montaña donde se encontraban sus vehículos y tratar de buscar ayuda.
     Sin embargo cuando quisieron emprender el camino de vuelta, la visibilidad era casi nula. No tenían ni la menor idea de dónde estaba el sendero por el que habían llegado allí. Cada vez hacía más frío, y no tenían muchas provisiones, pues habían cogido las justas para que no les pesara mucho la mochila en el ascenso. Estaban a oscuras, y la luna apenas iluminaba el lugar rodeada de un cerco de nubes. No sabían dónde estaba su amigo Hugo ni de como pedir ayuda.
      Cada paso que daban ponían más en peligro sus vida, hasta que Aitor recordó que su móvil tenía una aplicación que era una linterna. No es que alumbrara mucho pero si les servía de algo para intentar orientarse. Sin embargo, era imposible elegir un camino seguro que no acabara en un desprendimiento. Así que decidieron buscar un lugar dónde pasar la noche, tenían mucho miedo y además estaban muy tristes por su amigo Hugo, el cuál podía haber tenido un trágico desenlace.
     Con la noche cerrada, no avanzaban nada y prácticamente habían agotado todas sus provisiones. Pensaron por un momento en lo peor, hasta que de repente hicieron un gran hallazgo. Se trataba de una cueva, el lugar ideal donde pasar la noche. Entraron y casi exhaustos por el cansancio y el frío, se quedaron dormidos.
     El cantar de los pájaros y los primeros rayos del día se asomaban a la entrada de la cueva, lo que despertó a Iván, el cuál llamó a los demás, animándoles a continuar el camino. Cuando se predisponían a salir de la cueva, un gran ruido les sobresaltó. Se trataba del helicóptero de la Guardia Civil.
     - ¡Aquí, aquí...socorro...estamos aquí! - gritaron todos al unísono.
     Tras un rescate que no fue fácil, el helicóptero los trasladó al Hospital. Camino de éste se llevaron la segunda gran alegría de la mañana después de haber salvado sus vidas. Un agente les comentó que su amigo Hugo se encontraba con vida en el Hospital, sólo con hipotermia y deshidratación. Y que había sido él quien desde un punto de la montaña logró encontrar cobertura y de esa manera pudo avisarles.
     Una vez llegados a su destino, los amigos se reencontraron y se fundieron en un abrazo con lágrimas en los ojos pero con la felicidad de que todo había salido bien.

     "Chicos, ¿dónde está Hugo?" por Manuel M.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Frente a la crisis, una sonrisa


Crisis y preocupación asolan España,
miles de parados imploran un cambio,
pero las soluciones quedaron en campaña.

Consignas europeas nos empobrecen,
mientras el Euro todo lo encarece.
Españoles en la calle soluciones piden,
pero en vez de unión la política nos divide.

Pero no debemos caer en una depresión,
cada día es mejor levantarse con una ilusión,
e intentar todos remar en una misma dirección.

Nunca debemos perder la sonrisa,
aunque la crisis se acerque a nuestras vidas,
pues algún día la tempestad pasará,
y para entonces preparados debemos estar.

Desempleado cree y no te vengas abajo,
pues mañana puedes tener un cambio en forma de trabajo,
Sonríe y se feliz sin tanto pensar,
pues la sonrisa es algo que nadie te podrá arrebatar.

Con estos versos he tenido una intención,
animarte este momento de tanta tensión,
pues ante la desesperación sólo podemos,
creer que de la recuperación cerca estemos.


Frente a la crisis, una sonrisa por Manuel M.  

lunes, 19 de noviembre de 2012

Una ronda siniestra


La historia de hoy se sitúa en un Polígono Industrial a las afueras de la ciudad donde la crisis como en muchos otros lugares había hecho mella, abandonándose muchas de las naves que allí se encontraban. Sólo una empresa de productos eléctricos continuaba, pero sólo lo hacía de forma provisional como almacén hasta que pudiera conseguir un mejor emplazamiento para albergar esos valiosos productos. Sin embargo, a pesar de ello, no quisieron dedicar demasiado presupuesto a la seguridad del lugar, no más que la contratación de un vigilante para cada turno. Y justamente ahí es dónde entra en escena el protagonista de esta historia, de nombre Jorge, el cual después de varios años desempleado veía con optimismo una nueva oportunidad como vigilante de seguridad en el turno de noche.
No le habían contado mucho del sitio donde iba a trabajar, aunque recordaba que hacía algunos años había escuchado el nombre de ese Polígono Industrial como un lugar muy próspero, pero que ahora la crisis se había cebado con él. Tras firmar su contrato, en la sede de la empresa, le desearon suerte y ánimos, asegurándole que si todo iba bien contarían muchos años con él. Sin embargo, se guardaron un pequeño secreto y es que en los últimos meses cada semana habían tenido que cambiar de vigilante, ninguno había conseguido prolongar sus rondas más allá de un par de noches. Lo que allí ocurría era desconocido para la empresa, pues ninguno de los vigilantes, algunos con una dilatada experiencia profesional había dicho ni una sola palabra referida a lo que ocurría. Sea por la razón que fuera, lo cierto es que en todo aquel Polígono la actividad laboral había cesado de manera repentina, todo ello justificado desde la quiebra por la crisis económica, pero que en el fondo no dejaba de ser una forma de maquillar la situación de cara a la opinión pública.
Jorge estaba feliz, sin embargo no dejaba de tener ese “pellizquillo” que todos tenemos el primer día de trabajo. Después de almorzar, intentó dormir la siesta para poder estar descansado de cara al primer turno de noche al que tendría que enfrentarse. No dejaba de pensar e intentaba imaginar como sería aquel lugar y para ello cerró sus ojos. Tenía una sensación rara, pero todo lo podía superar con la ilusión de un nuevo trabajo. Finalmente logró descansar varias horas, se levantó de su cama y se dirigió al armario para preparar lo necesario para su trabajo. Se preparó, y respirando hondo bajó al garaje en busca de su coche. Incluso, salió antes de lo que tenía previsto, pues le gustaba ser puntual.
Tras unos 40 minutos de camino llegó al Polígono que estaba prácticamente a oscuras, y con la puerta que permitía el acceso a los coches a medio abrir. De repente observó desde la lejanía dos faros de un coche que llegaba a toda velocidad, parecía por como iba vestido, su compañero del otro turno, y aunque le hizo señales no detuvo su vehículo. Jorge se quedó un poco sorprendido y no sabía si había ocurrido algo, o simplemente aquel tipo era un maleducado. Así que un poco confundido se dirigió al final de aquella calle donde ya podía ver su lugar de trabajo iluminado si acaso con un par de luces en la entrada principal.
La primera impresión que tuvo es de abandono, el lugar estaba sucio y en uno de los laterales de la nave había unas vallas de una obra que habían iniciado no se sabe hace cuanto tiempo, quedando una parte abierta a la calle con esta simple protección. Eso le dejaba un poco inquieto, pues nadie le había dicho nada. Encendió las luces interiores para inspeccionar aquel lugar para él desconocido. Observó maquinaria, talleres, y numerosas puertas que tendría que abrir y ver lo que había, en parte por su labor profesional, pero también por curiosidad. Siguió adelante y cuando quiso entrar en aquella habitación, se oyó un fuerte estruendo y la luz se apagó.
Corrió por los pasillos hacia donde se encontraba el cuadro general de las luces intentado dar respuesta a lo que estaba sucediendo, con su arma reglamentaria en mano, pero allí no había nadie. Intentó volver a encender los focos sin embargo nada hacía contacto y no consiguió su objetivo. No estaba tranquilo, todo el polígono había quedado a oscuras y con un posible ladrón merodeando por los alrededores. Cogió su linterna y continuó de forma sigilosa hacia las puertas que antes había dejado sin inspeccionar.
Abrió una puerta que accedía a los servicios, había unas duchas, donde daba la sensación de que tras la última jornada laboral todo había quedado desordenado. Parece como si allí hubiera ocurrido algo y hubieran tenido que abandonar aquel lugar con celeridad. Empezó a escuchar ruidos, por lo que cogió su emisora para dar aviso a la policía, pero ni ésta ni su móvil personal funcionaba, algo estaba inhibiendo la frecuencia. En ese momento empezó a sentir algo de miedo. De repente las duchas se abrieron y se escuchaban portazos. No sabía lo que allí pasaba, pero ese temor inicial se tornó en pánico cuando de esas duchas salieron unas botas que se le acercaban, mientras llantos y risas terroríficas se perdían en aquella sala. Sacó su arma y disparó hacia lo que portara esas botas verdes, pero no consiguió nada más que las risas aumentaran.
Salió de aquella habitación e intentó buscar refugio en otro lugar, para ello corrió hacia la nave central donde estaba toda la maquinaria. A pesar de no haber electricidad, todo se conectó y una atmósfera fría con una tremenda humareda se apoderó de aquel lugar, un humo denso que le dificultaba mucho la respiración, casi arrastrándose y con un pañuelo tapándose la boca y la nariz llegó a unas oficinas. Allí dentro había un teléfono y en ese momento sonó. Vio en ese ring una salvación a su vida, nada más lejos de la realidad.
-          ¡Socorro, ayúdenme! – susurraba Jorge para que no dieran con él.
-          No saldrás con vida de aquí – le respondió una voz como de ultratumba-.
Aterrado, y con la poca luz que entraba por una ventana con unas fuertes rejas procedente de la luna llena que hacía aquella noche, se dirigió hacia unos papeles que se encontraban sobre el escritorio de aquel lugar. Le habían llamado la atención.  Con su linterna pudo comprobar que se trataba de un periódico en el que aparecía una noticia que le dejó atónito, se hacía mención al descubrimiento de un antiguo cementerio que había salido a la luz al iniciarse las obras que Jorge apreció a su llegada.
Después de eso su objetivo fue salvar la vida, pero algo empezó a golpearlo sin cesar, una mezcla de escalofríos y dolor se le extendían por todo el cuerpo. Por lo que intentó salir de aquella oficina, pero lo empujaron contra la pared causándole heridas. Con sus últimas fuerzas pudo llegar hasta la puerta, pero estaba cerrada. Parecía que no había escapatoria, sin embargo, encontró un hacha junto a un extintor, con la que tras golpear con su último aliento consiguió derribar.
Con intuición y algo de suerte consiguió llegar al coche, y tras varios intentos pudo arrancarlo, por lo que parecía que podría escapar de allí. Una vez abandonado el Polígono y camino de la ciudad en busca de ayuda, algo le tapó los ojos forcejeando con él, hasta que en una fatídica curva el vehículo cayó por un precipicio, sin dejar el menor rastro del vigilante.
Después de su desaparición, la empresa no quiso saber más de aquel lugar y la policía lo precintó. Tras años de investigación no se logró esclarecer nada del paradero de Jorge.

Una ronda siniestra, por Manuel M.